Introducción

Morgarten (ZG y SZ): 15 de Noviembre de 1315, victoria de los Cantones fundadores sobre los Habsburgo. Fiesta el 15 de noviembre. Sempach (LU): 9 de Julio de 1386, victoria de los Cantones fundadores sobre los Habsburgo.Fiesta el lunes después del 4 de julio. Näfels (GL): 9 de Abril de 1388, victoria de los habitantes de Glaris, Uri y Schwyz sobre los Habsburgo.Fiesta el primer lunes de abril.

La historia del nacimiento de la Confederación Helvética está marcada por batallas cruciales, en las que hubo que defender la Liga pactada en 1291. La serie empieza con la victoria de Morgarten en 1315 y finaliza con la derrota de un ejército de soldados mercenarios cerca de Marignano (Italia del norte) en 1515. En muchos lugares en los que tuvo lugar una batalla, el aniversario del acontecimiento y de sus víctimas se conmemora con una fiesta. En origen, estas celebraciones eran de carácter puramente religioso, ya que se rezaba por la salvación del alma de los caídos; más tarde, sobre todo en el siglo XIX, se agregaron motivos patrióticos.  Hoy en día estas fiestas representan un momento de reflexión, para echar una mirada crítica hacia el pasado y el futuro en una época turbulenta.

Las celebraciones de Morgarten y Sempach tienen mucho en común; la lectura de una carta conmemorativa de la batalla (Schlachtbrief), discursos religiosos y seculares, la conmemoración de los difuntos, todo acompañado por un marco musical y por disparos en honor a los caídos. En Morgarten salta a la vista la participación de las autoridades militares, en Sempach la presencia de un grupo de estudiantes que alude a la fuerte dedicación ofrecida por los jóvenes universitarios en el relanzamiento de las celebraciones durante el siglo XIX.

La marcha de Näfels simboliza la igualdad de derechos conquistada por la minoría católica en el Cantón Glaris desde hace tres siglos. Mientras los católicos y sus eclesiásticos van en procesión al lugar de las celebraciones y luego al monumento de la batalla, los reformistas se pasean sin ceremonias por las lápidas.

Con esta ocasión, un sacerdote católico y uno reformista lanzan un discurso alternándose. Sin embargo, esta forma igualitaria de la conmemoración sólo se impuso en 1844, tras largos enfrentamientos.