Introducción

«¡Nada está prohibido para los soñadores!» Lo mismo ocurre en el caso de un festival en constante movimiento. Impulsado por su exigente ADN, el Festival de Jazz de Montreux Jazz revisa constantemente su estructura con el mismo mimo con el que se trata un valioso disco de vinilo. En la cara A, las tres salas de visita obligatoria con sobresalientes artistas en la programación. En la cara B, multitud de conciertos gratis en un marco sometido a una cuidadosa remasterización.

El auditorio Stravinski es un coloso acústico precedido por su excelente fama. Con un brillo sacado a base de conciertos de los artistas más ilustres, el auditorio despierta las ganas de vivir. En una atmósfera así se forjan leyendas: en su escenario principal se han podido oír las voces de David Bowie, James Brown, B. B. King, Keith Jarrett, Carlos Santana, Etta James, Patti Smith, Massive Attack, Björk, Radiohead, Leonard Cohen, Deep Purple o incluso Prince... ¡Ay, si las paredes hablaran… !

El Montreux Jazz Lab es una plataforma absolutamente nueva, tan interactiva como innovadora. Una mezcla todoterreno de experiencias audiovisuales. Aquí se dan cita recién llegados, nombres consagrados, triunfales regresos y soplos que están en boca de todos. Con excepcionales conciertos de músicos únicos, el Laboratorio promueve arriesgados experimentos sonoros y los pone a prueba ante un público curioso. Y cuando la temperatura sube, llega el punto álgido: entonces se convierte en un laboratorio de mezclas electrónicas hasta altas horas de la madrugada.

Claude Nobs quiso que el local volviera a sus raíces y crear de nuevo auténticas experiencias musicales. «Cercanía» es la palabra clave de este flamante club de jazz. Como innegable germen del Festival, aquí acuden tanto aficionados como puristas para disfrutar de un momento de música muy especial. Presentando, entre otros, a los máximos representantes de la última generación de artistas del jazz o la composición contemporánea, el club no solo se pone al servicio de sus clientes, sino también de los instrumentos, que sumerge en una oscuridad revestida de fieltro. Y durante las jam sessions, el club simplemente mantiene sus puertas abiertas de par de par...

Trenes, barcos, creaciones, estos clásicos «caseros» de la música «on the move», en sentido tanto literal como figurado, ofrecen grandes descubrimientos musicales fuera de rígidos muros. «Gratis» también es una palabra clave fundamental en el marco del festival. Free stages, free clubbing, free workshops: la oferta es amplia y variada y hará que el pulso de los asistentes se dispare. Todo ello rodeado además de un impresionante escenario natural.

Billetes: www.montreuxjazzfestival.com

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