Los numerosos trenes panorámicos suizos deleitan a sus pasajeros con paisajes cautivadores que desfilan lentamente ante sus ojos. Desde cañones con aguas glaciares que caen abruptamente hasta altas cumbres alpinas con nieves perpetuas, desde valles montañosos prístinos hasta lagos mediterráneos con orillas rodeadas de palmeras: los viajeros disfrutan de las vistas a través de ventanas panorámicas de gran altura que llegan hasta el techo.

Los pasajeros probablemente no estarían tentados de bajar del tren, si no fuera por los trenes de montaña que, desde casi todas las estaciones, los atraen a las cumbres alpinas y prealpinas para disfrutar de unas vistas espectaculares.

Es prácticamente un hogar lejos del hogar. Así de bienvenidos y cómodos se sienten los viajeros en los trenes suizos. Amplios compartimentos con cómodos asientos de material de gran calidad ofrecen espacio de sobra para estirar las piernas. Hay suficiente espacio para equipaje grande. Sin embargo, los viajeros no se tienen que preocupar por ello. A petición, se traslada su equipaje de un hotel a otro. Esto deja aún más tiempo libre para disfrutar de la deliciosa cocina en los restaurantes a bordo que ofrecen especialidades de todas las regiones suizas.

Y no solo en el tren: Los barcos de los lagos suizos ofrecen el mismo servicio sin preocupaciones para un viaje cómodo.

Desde un avión directamente a los picos de montaña más altos: en ninguna parte es tan sencillo viajar en transporte público como en Suiza. La red de rutas de tren, autobús y barco comprende aproximadamente 29 000 kilómetros y llega a todos los destinos.

Cuando el tren llega, el barco y el autobús postal ya están esperando. Los horarios de intervalos regulares permiten a los viajeros llegar a todos los destinos principales cada media hora. Hay conexiones regulares incluso a 3000 metros sobre el nivel del mar. Todos los medios de transporte están perfectamente sincronizados y garantizan un viaje sin problemas por toda Suiza. Esto también es válido para los viajes desde y hacia los países vecinos Italia, Alemania, Francia y Austria.

No es de extrañar, pues, que los suizos ostenten récords mundiales indiscutibles en el uso del transporte público.

La red de transporte público suiza es como sus ciudadanos: Representa valores tradicionales como la fiabilidad, la calidad y la seguridad. Por eso, los lugareños prefieren viajar en tren, autobús y barco.

En ellos, se sienten cómodos, disfrutan del paisaje que se admira desde la ventanilla, beben un café y charlan con amigos, mientras van al trabajo o cuando salen de vacaciones. En los medios de transporte público se puede ver Suiza tal y como es: a través de los ojos de sus ciudadanos.

El nostálgico funicular pasa sin prisa entre vacas que pastan pacíficamente. Poco después, el moderno teleférico CabriO flota hacia una cumbre de casi 2000 metros de altura. En Suiza, no se tiene que elegir entre lo uno o lo otro. Aquí, los medios de transporte históricos y modernos van de la mano.

Además, el transporte público no solo lleva a los pasajeros de un lugar a otro. También ofrece numerosas líneas de aventura que convierten el trayecto en su propia recompensa. Un paseo en el tren del Chocolate, una cena en la cabina panorámica de un teleférico llamado «restaurant en el cielo», o una excursión familiar en el tren para niños «Globi Express» crean recuerdos inolvidables para pequeños y mayores.

La rica variedad de transporte público en Suiza demuestra lo que los lugareños saben desde hace mucho tiempo que es en realidad: innovadora, tradicional, memorable.