En los días calurosos, el agua invita a bañarse y refrescarse. Pero el agua también significa energía y vida. La ciudad federal de Berna y los paisajes de su alrededor están muy marcados por el agua: el río Aar, el meandro del Aar, que literalmente rodea el casco antiguo, el lago Wohlensee, que embalsa el agua del Aar para generar energía, las numerosas fuentes de agua potable del casco antiguo y las turberas altas protegidas son solo algunos ejemplos de ello. Durante la excursión temática en e-bike «Fernsichtroute Frienisberg» y en un paseo por el casco antiguo, patrimonio de la Unesco, los visitantes se encuentran con el agua una y otra vez en sus más variadas formas.

¿Qué sería de la ciudad de Berna sin su torre del reloj «Zytglogge»? De las antiguas murallas de la ciudad solo queda el campanario que data del siglo XIII y que lleva más de 600 años atrayendo la atención con sus campanadas cada hora. En el emblema de la ciudad, el día comienza bajo el signo del agua. El recorrido en e-bike atraviesa la plaza Kornhausplatz y el puente del mismo nombre, cuyos arcos metálicos se extienden a lo largo del imponente río Aar, de un azul intenso. Próxima parada: el verde.
Sugerencia: Se pueden alquilar bicicletas/e-bikes, cascos y baterías previa reserva en Rent a Bike, en el mostrador de equipajes de la compañía ferroviaria SBB, en la estación de Berna.

El nombre de esta ruta lo dice todo: con los 43 kilómetros de la Fernsichtroute Frienisberg 890, el camino es la meta en sí misma. La ruta en e-bike recorre los alrededores de Berna y recompensa a los ciclistas con magníficas vistas de los Alpes, el Jura y la ciudad de Berna. Los paneles informativos azules ofrecen datos interesantes sobre los páramos, los campos de cultivo y los bosques de la ruta e invitan a disfrutar de las vistas panorámicas. El punto más destacado es la Chutzenturm: una vez superados los 234 escalones, aparece una fantástica vista de la región de los Tres Lagos y de las cumbres nevadas de los Alpes berneses.

En la localidad de Herrenschwanden, junto a las aguas verdiazules del Aar, las señales azules con la inscripción «Veloroute 890» indican que los ciclistas se encuentran en la ruta panorámica de Frienisberg. Desde aquí hay un ligero ascenso hacia Jetzikofenhöhe, de camino al área recreativa de Leutschen. El esfuerzo realizado se olvida rápidamente con la magnífica vista de los Alpes berneses y el Jura. En este trayecto merece la pena detenerse en Büsselimoos, que es una de las reservas naturales más pequeñas del cantón de Berna. Una pasarela de madera conduce al centro del páramo. El pequeño paraíso natural se contempla mejor desde aquí.

A lo largo de esta ruta panorámica, varias granjas bellamente ornamentadas invitan a hacer compras. En Barry-Hof, en Schüpberg, los productos propios de la granja van desde carne seca y queso hasta verduras en conserva, fruta de temporada y merengues. El nombre ya lo sugiere: la perra San Bernardo de la casa es la guinda de la visita a esta granja abierta al público, y siempre se deja acariciar. Sugerencia: disfrute de los productos frescos en un pícnic en la Chutzenturm.

El sendero continúa por terreno agreste y a través del bosque estatal hasta el «Chutzen», la cumbre del Frienisberg. Aquí arriba, el monumento homónimo de la región de Seeland se eleva entre las copas de los árboles: la torre Chutzenturm, de 45 metros de alto. Para llegar al mirador hay que subir 234 escalones. Una fantástica vista de 360 grados con la región de los Tres Lagos, los gigantes blancos, los campos en forma de mosaico y la cúpula dorada del edificio del Parlamento es la recompensa.
Sugerencia: Disfrute de los productos adquiridos en la granja o del pícnic Chutzenturm de Möösli Märit en la mesa de la plataforma central mientras contempla el panorama.

La ruta panorámica 890 está pensada para los amantes de la naturaleza y de las vistas a la lejanía. En el tramo entre la Chutzenturm y el lago Wohlensee, la vista del Chasseral, la montaña más alta del Jura bernés, y más tarde de los Alpes berneses, es magnífica. Los lagos Murtensee, Neuchâtel y Bielersee reflejan los rayos del sol, y los canales del Aar serpentean entre campos de hortalizas y pastos.
Otro punto culminante para la vista se encuentra justo antes del lago Wohlensee: antes de descender en bicicleta hasta el lago, el largo embalse muestra su cara más bella.

Las numerosas aves acuáticas que corretean en las orillas del lago Wohlensee dan fe de la importancia de este ecosistema. Por eso no es de extrañar que el embalse del Aar y las zonas ribereñas por encima del puente Wohleibrücke sean un espacio natural protegido.
Justo debajo del puente hay un lugar ideal para que los ciclistas descansen un rato. En el Bogen 17 Kiosque podrá relajarse con una bebida fría. También merece la pena deslizarse por el tranquilo lago Wohlensee con equipos de paddle surf alquilados y sentir el calor del sol en la nuca. El regreso a la ciudad se realiza por el bosque de Bremgartenwald.

¿Qué sería del agradable paseo por Berna sin una visita al edificio del Parlamento? En verano, la fuente situada frente al edificio del Parlamento es un lugar ideal para refrescarse y no solo para los más pequeños.
Paseando por las callejuelas de la parte baja del casco antiguo, la omnipresencia del agua en la ciudad se hace aún más patente: más de 100 fuentes públicas jalonan el casco antiguo de Berna. Con sus coloridas figuras y columnas, las fuentes de agua potable sumergen al visitante en la historia y las leyendas de tiempos pasados.
Sugerencia: El Paseo por el Casco Antiguo de la UNESCO ofrece una visión fascinante de los monumentos más importantes de la ciudad federal medieval.

Antes de cruzar el puente Untertorbrücke con vistas al Aar, merece la pena detenerse en la joven empresa «AareSüdhang». Aquí encontrará bebidas caseras, refrescantes y ecológicas, con sabores inusuales como rosa, lavanda, perejil o almendra.
La ruta continúa hasta el Rosengarten, la meca de los amantes de las flores. Pasear por este precioso jardín bajo la sombra de los árboles es de lo más relajante. La fuente del Rosengarten se utiliza para eventos en verano, incluida la producción A SEAT AT THE TABLE del 23 de julio al 3 de agosto de 2023. Y, aunque hace tiempo que ha dejado de ser una sugerencia secreta, disfrutar de las vistas del casco antiguo durante la puesta de sol forma parte de la experiencia.