Un viaje urbano a la ciudad barroca más bella. «Savoir vivre» en Solothurn.
Introducción
Solothurn es mucho más que una ciudad para una escapada. Y es que Solothurn propone una oferta similar a la de una gran ciudad, pero de forma más compacta. El casco antiguo con sus encantadoras callejuelas y tiendas locales no es solo una experiencia de compras para mujeres. También es una experiencia para aquellos a los que les gustan los lugares de interés histórico y los cafés junto al agua.
Solothurn
Solothurn es considerada la ciudad barroca más hermosa de Suiza. En ella se aúna la «grandezza» italiana con el encanto francés y el arraigo suizo alemán. La llamada «Ciudad de los embajadores» se encuentra en el pie sur del Jura, directamente junto al Aar.
Comienza la aventura (de compras)
La ciudad de Solothurn es perfecta para un viaje con sus mejores amigos. Los mejores ingredientes son las innumerables tiendecitas, las distancias cortas, las cafeterías y restaurantes de moda, así como las variadas atracciones turísticas. Se comienza en el corazón de la ciudad, junto a la impresionante catedral de San Urso.
Café expreso y croissant
Antes de ponerse en marcha, el día comienza con un café expreso y un croissant. En los cafés y panaderías, los empleados se toman su tiempo con cada cliente y, a menudo, entablan animadas conversaciones espontáneas.
Paraíso de las compras con buen ambiente
Las conversaciones también surgen cuando se pasea por el casco antiguo y se compra en las diversas tiendas con personalidad de Solothurn. En poco espacio encontrará pequeños comercios como el Lila Schöne Dinge o el Kerzenjäger, así como numerosas boutiques de ropa. La ciudad barroca ofrece un maravilloso ambiente para ir de compras al aire libre. El sábado por la mañana, el mercado de productos naturales frescos es también el punto de encuentro de visitantes y locales.
Arte en plena naturaleza.
El punto de encuentro para los interesados en la cultura es el Kunstmuseum Solothurn. El edificio no solo alberga una destacada colección, sino que, además, siempre sorprende con exposiciones de primer nivel. Si no le apetece entrar, al menos debería echar un vistazo al hermoso parque que rodea al museo. El corazón de este oasis verde es la escultura de fuente de Roman Signer.
Sensación de verano junto al Aar
En Solothurn, los caminos son cortos. Y siempre conducen por pintorescas callejuelas y a plazas idílicas. Pero también hasta el agua, al Aar. El río llena el ambiente de «savoir vivre». Hay quien incluso afirma que Solothurn está junto al mar. Si quiere ver la región desde el agua, suba a un barco en Solothurn y deje que le lleven por Altreu, el pueblo de las cigüeñas, hasta Biel/Bienne.
Pero volvamos a la orilla del Aar en Solothurn. En los hermosos días de verano, la llamada Riviera de Solothurn se convierte en el punto de encuentro de «tout soleure». Y la mejor manera de terminar el día es con un aperitivo junto al agua.