Los bolsos Freitag son piezas de culto en todo el mundo. La idea para estos coloridos bolsos surgió en 1993 en el Hardbrücke de Zúrich. En aquella época todavía circulaban muchos camiones por las calles del barrio occidental de Zúrich. Este hecho inspiró a los hermanos Freitag a reciclar las viejas lonas de los camiones para crear bolsos únicos e inconfundibles. Además, desde 2006, la tienda insignia de Freitag se encuentra en el moderno Kreis 5 y, por supuesto, también está construida con materiales de desecho. Una experiencia sostenible y doblemente gratificante.

La Heimatwerk, situada bajo la torre del reloj «Zytglogge», posee la mayor selección de regalos y recuerdos hechos a mano de Suiza.
Las piezas, muchas de las cuales son únicas, son elaboradas con cariño por artesanos suizos en talleres y pequeñas empresas. En ningún otro lugar podrá encontrar una selección tan diversa e innovadora de artesanía de la más alta calidad, funcionalidad y diseño.

Esta joven empresa ginebrina sabe combinar la tradición y la precisión suizas con el espíritu de hoy. ¿El resultado? Relojes estéticos y elegantes con la máxima responsabilidad social y transparencia. No en vano denominan a la fabricación de sus relojes «ecosistema circular»: acero 100 % reciclado del Jura, correas fabricadas 100 % con residuos orgánicos, diseño modular para facilitar las reparaciones y fabricación en Ginebra. Estos relojes ecoinnovadores anuncian una nueva era. Una era en la que la economía circular será la nueva normalidad.  

El nombre ya lo dice: esta tienda se dedica a los productos locales. Una tienda elegante que ofrece desde vinos, miel y productos agrícolas hasta jabones y cosméticos, todo ello procedente de Lausanne y sus alrededores. Podrá comprar recuerdos de lo más auténticos. Lo mejor es que no encontrará lo mismo si vuelve. Y es que la tienda, que abrió sus puertas en 2021, se ha propuesto dar cabida a nuevos productores regionales continuamente. Por lo tanto, la variedad está garantizada.

Innovación, tradición suiza y responsabilidad: estos tres conceptos marcaron el camino de la joven empresa de Will, no lejos de San Galo. Esta visión ha dado lugar a productos artesanales y autóctonos con encanto. Alpästärn es ahora conocida en toda Suiza, sobre todo gracias a los faroles hechos con latas de leche con los tradicionales cortes de siluetas suizos. 

Camisas made in Ticino: Yari, una joven y creativa empresaria de Lugano, fundó la marca Old Captain Co. en 2016. ¿Su especialidad? Las camisas. Porque, según Yari, estas tienen un carácter intergeneracional, y deben recibir la atención adecuada. La sostenibilidad está en el centro de todo lo que hacemos. Son sostenibles porque el diseño, la impresión y la producción tienen lugar en Lugano y sus alrededores. Solo se produce la cantidad que se pide. Para que haya menos residuos, pero más color y alegría en la vida cotidiana.

Los mercadillos están de moda. No es de extrañar, porque ¿para qué malgastar recursos en fabricar nuevos productos cuando el artículo deseado ya existe? En Basilea, estos lugares que se transforman periódicamente en bulliciosos mercadillos forman parte del paisaje urbano.

El mercadillo de la Petersplatz es uno de los mejores de la ciudad del Rin y ofrece artículos únicos y objetos de uso cotidiano. También los paseantes se encuentran a sus anchas: pasear por los distintos puestos y observar el ajetreo del mercadillo es una experiencia en sí misma.

Artesanía, calidad y sostenibilidad son los fundamentos de esta empresa, que lleva más de 70 años haciendo felices a sus clientes como chocolatería y pastelería. Todos los componentes del chocolate proceden de la agricultura ecológica controlada, y siempre que es posible se utilizan ingredientes suizos. Placer y responsabilidad, ¿qué más se puede pedir?

En plena ciudad pero cerca de la naturaleza: así es Hof Hinter Musegg. Se trata de una granja abierta al público situada justo detrás de las torres medievales de la ciudad. Los principios de la granja son sencillos, pero muy potentes: agricultura orgánica, valor añadido ecológico para la flora y la fauna y vocación pedagógica. Las puertas abiertas de los establos, el restaurante de la granja y una ruta educativa invitan a detenerse y descubrir. Y en la tienda de la granja encontrará productos de calidad para llevar de recuerdo. 

Un delicioso pedazo de historia: la tarta de Solothurn se inventó hace más de 100 años, y la receta original está protegida desde 1928. Este premiado dulce está compuesto por un esponjoso bizcocho y un merengue de avellanas delicadamente fundido con un ligero relleno de crema.Nadie puede irse de la pintoresca ciudad barroca de Solothurn sin visitar alguna de sus confiterías.

Información turística y venta de productos de la zona en un solo lugar. En Les Marchands Merciers, los turistas pueden informarse sobre el casco antiguo, con su incomparable encanto medieval y, al mismo tiempo, adquirir alimentos producidos en los alrededores: el queso, el chocolate y el vino de Friburgo son solo algunos de los recuerdos auténticos de la región.