Historia en el puerto de San Gotardo

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San Gottardo

Ticino

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Introducción

El puerto de San Gotardo es el rey de los puertos alpinos. Culturas y regiones lingüísticas se dan cita a las puertas del sur de Suiza. Una excursión por el puerto permite a los visitantes sumergirse en tiempos pasados y descubrir antiguos túneles secretos en el Sasso San Gottardo. La experiencia se completa con una fiesta culinaria en el hospicio.

Las personas que viajan por el eje norte-sur suelen atravesar el túnel en tren o en coche. Pero merece la pena evitar los atascos de los túneles por una vez. En coche o en bicicleta hay dos formas de llegar a la cima del puerto: por el monumento histórico más largo de Suiza, la calzada romana llamada «Tremola», con sus pronunciadas curvas en horquilla, o por la nueva carretera del puerto. El puerto de San Gotardo también es fácilmente accesible en transporte público. El autobús postal sube al puerto varias veces al día desde Airolo y Andermatt.

La cima del puerto está a unos 2106 metros sobre el nivel del mar. El paso de los Alpes es una frontera climática, hídrica y cultural entre el norte y el sur que lleva siglos provocando fascinación. En el Museo Nazionale del San Gottardo, los visitantes se sumergen en la historia de esta ruta de transporte internacional. La exposición muestra de forma amena y variada la importancia económica, estratégica, política y cultural del puerto.

La visita al museo va seguida de un breve paseo por el Lago della Piazza. En el otro extremo del lago se encuentra la entrada a la otrora fortaleza ultrasecreta de San Gotardo, el Sasso San Gottardo. Un mundo oculto en las profundidades de la montaña que se puede descubrir en un recorrido de más de tres kilómetros de túneles y cuevas. Aquí se respira el aliento de la historia: le sorprenderán los polvorines ocultos, los alojamientos de las tropas, los emplazamientos de los cañones, un espectacular mirador y una cámara de las maravillas con tesoros hechos de cristales de roca.

Antes del cierre culinario en el Ospizio San Gottardo, merece la pena desviarse hacia el punto fotográfico de la Gran Ruta de Suiza. Desde el mirador se disfruta de una maravillosa vista de la Tremola, con sus 24 curvas cerradas. ¡Impresionante! El día termina con un «Plättli» del Ticino en la terraza del Ospizio. Si aún no quiere volver a casa, puede buscar alojamiento en una de las posadas. Ya sea una sencilla habitación en el Albergo o una habitación cómoda en el recientemente renovado Ospizio, pernoctar en el puerto de San Gotardo es una experiencia única.