Introducción

En Suiza, la danza es un nuevo arte. Impulsado por los artistas alternativos asentados en Monte Verità ha venido desarrollándose en todas las variedades posibles durante los últimos cien años. En la actualidad, la danza en Suiza muestra tanta diversidad como su paisaje.

De Ginebra a Zúrich, de Locarno a Basilea, de San Galo a Friburgo se baila mucho y de muchas formas: clásico o contemporáneo, flamenco o hip hop, oriental o minimalista, y no solo en modernos teatros o en salas de ópera neoclásicas, sino también en fábricas, graneros o escenarios al aire libre. Mientras en muchos teatros institucionales se promueve tanto la continuidad como la calidad y se cuida el repertorio, los artistas de la danza consiguen espacios libres de todo tipo para sus experimentos. En los últimos tiempos, las tendencias más recientes de danza libre en Suiza y las escuelas oficiales helvéticas se están acercando y creando nuevas estructuras.

Todo empezó en Monte Verità

La danza suiza no goza de una larga tradición, pero se ha ido diversificando con el tiempo hasta llegar a lo que es hoy en día. El impulso principal proviene de Monte Verità, en el Tesino, donde se creó a principios del siglo XX una colonia alternativa de artistas ansiosos de liberarse de todas las convenciones y buscar nuevas formas de arte y de vida. En la colina de la verdad también dieron clases los pioneros de la danza expresionista y encontraron numerosos seguidores. En Ginebra comenzó el movimiento rítmico que influyó en la enseñanza de la danza. Durante las dos guerras mundiales, en los países vecinos sucumbieron todas las nuevas tendencias de la danza. A partir de entonces, Zúrich y Lausana pasaron a ser los nuevos centros internacionales de este arte. Legendarios cursos de verano atraían a estrellas de la danza de todo el mundo a Suiza, donde presentaban su trabajo a la vez que impartían clases. Aquí actuaban estrellas de fama mundial y se crearon escuelas de formación profesional.

La movida década de los 80

Los años 80 se desarrollaron en una atmósfera plena de optimismo. El inconformismo juvenil de las grandes ciudades dio pie a centros para actividades artísticas culturales alternativas donde se desarrolló la escena libre. Ejemplo de estos centros son la Rote Fabrik en Zúrich, la Kaserne en Basilea, la Dampfzentrale en Berna o el antiguo Cine Roxy en Birsfelden, cerca de Basilea. En los centros establecidos, el timón cambia de manos.
A partir de 1972 se forma el grupo Mummenschanz, que todavía hoy realiza giras por todo el mundo. Surgen también muchas otras compañías, algunas de las cuales crean a partir de ahí su propio estilo, como Drift o Flamencos en route.
La discusión generada por la guerra de géneros se refleja en la danza: la figura masculina toma un papel importante como solista. Con el posmodernismo, la danza sale a la calle, las actuaciones conquistan el espacio público. Hoy en día, al igual que todas las artes, la danza forma parte de una red internacional y heterogénea. El pensamiento global y la digitalización también han llegado a la danza. Las compañías institucionales y la escena libre se acercan cada vez más y se influyen mutuamente. Gracias a una fuerte energía renovadora y una altísima calidad, la danza llega a un amplio público, mucho más allá de las grandes ciudades y los círculos especializados.

El ballet clásico hoy

Suiza cuenta en la actualidad con cuatro compañías de ballet que ofrecen un repertorio clásico y neoclásico: el Ballet de Zúrich, el Ballet de Basilea, el Ballet Béjart de Lausana y el Ballett du Grand Théâtre de Genève. Fundadas entre las dos grandes guerras, son la base para el desarrollo de la danza en Suiza. En un primer momento, los ballets son el marco del teatro musical. Posteriormente, además de los interludios de ballet en óperas y operetas, las compañías comienzan a presentar al público auténticos espectáculos de danza. En la actualidad, cada vez se acercan más a la danza contemporánea.
El nombre del Ballet de Zúrich está íntimamente ligado a Heinz Spoerli. Nacido en 1940 en Basilea, este bailarín y coreógrafo participó en la creación del Ballet de Zúrich, la mayor compañía profesional suiza de ballet, y lo dirigió durante 16 años en el Teatro de la Ópera. Él mismo se denomina artesano de la danza, lo cual suena algo modesto teniendo en cuenta su gran aportación al ballet clásico en Suiza. Gracias a sus excelentes coreografías, este excepcional artista consiguió poner el ballet suizo en la escena internacional. En la temporada 2012/13 se hizo cargo de la dirección Christian Spuck. El Ballet de Zúrich suele colaborar con William Forsythe, Martin Schläpfer, Jiri Kylian, Wayne McGregor, Marco Goecke y Mats Ek.

El Béjart Ballet de Lausana lleva el nombre del bailarín y coreógrafo Maurice Béjart (1927-2007), quien lo fundó en 1987. Este francés ha sido una de las grandes figuras del ballet contemporáneo. En sus coreografías reforzaba el papel del bailarín masculino y, con sus escenificaciones gráficas y apasionadas, llegaba a un público muy diverso. Su sucesor fue Gil Roman. El Béjart Ballet de Lausana no está ligado a ningún teatro y ofrece regularmente piezas del repertorio de su fundador, así como coreografías de Gil Roman y de otros coreógrafos invitados.

Al igual que el Teatro de la Ópera de Zúrich, el actual Teatro de Basilea pasó en las décadas de los 50 y los 60 una fase de tradición rusa y no alcanzó renombre internacional hasta encontrarse bajo las órdenes del director de ballet Waslaw Orlikowsky. En la actualidad, el director del Ballet de Basilea es Richard Wherlock.
En su reapertura en 1962, el Grand Théâtre creó su propia compañía de ballet. Desde entonces su vocación es hacer pasar por su escenario la gran variedad de estilos surgidos en el siglo XX. Para ello la compañía, actualmente a las órdenes de Philippe Cohen, colabora con conocidos artistas y coreógrafos.
El Teatro de San Galo cuenta desde 1939 con una compañía de danza. En 2001, con el bailarín y coreógrafo de Zúrich Philipp Egli por primera vez se hizo cargo de una compañía institucional un representante de la escena libre. Egli presentó desde los clásicos del ballet hasta sus propias creaciones. La bailarina y coreógrafa Beate Vollack se hizo cargo de la dirección de la compañía en la temporada 2014/2015.

El Teatro Municipal de Berna cuenta desde 1933 con una compañía de ballet. Martin Schläpfer, que había sido bailarín en el Heins Spoerlis Basler Ballett, dotó a esa compañía por primera vez en 1994 de un alto nivel. A las órdenes de su nueva directora de danza Estefanía Miranda, la compañía se concentra en estrenos, primicias en Suiza y series de danza.

Lucerna cuenta desde 1972 con su propia compañía. Después de que los directores de ballet Ricardo Duse, Ben Van Cauwenbergh y Richard Wherlock apostaran por una compañía de tradición clásica, el teatro musical se instaló a orillas del Reuss durante cinco años de la mano de Verena Weiss. Durante la temporada 2009/10, la dirección de la compañía de danza formada por diez bailarines se confió a la americana afincada desde hace más de 30 años en Suiza Kathleen McNurney. Como directora artística del «Tanz Luzerner Theater», reclutó tanto a prestigiosos coreógrafos como a pujantes talentos del Teatro de Lucerna y ofreció así al público la posibilidad de conocer una gran variedad de lenguajes contemporáneos. Las variadas y siempre sorprendentes producciones de la compañía contemporánea de Lucerna fueron cosechando cada vez mayor reconocimiento, tanto dentro de Suiza como a nivel internacional. Con el cambio de dirección artística durante la temporada 2016/17, Kathleen McNurney continuará trabajando en el nuevo equipo junto a Benedikt von Peter.

Danza libre

Además de las compañías y los ballets institucionales, existen numerosas compañías y bailarines de “danza libre” trabajando en Suiza y en el extranjero. Una perspectiva de su evolución nos la proporcionan las Jornadas de Danza Contemporánea Suiza que tienen lugar cada dos años en una ciudad diferente. Durante esos días un grupo de compañías seleccionadas ofrecen sus últimas producciones o presentan su trabajo en talleres. Para los participantes, las jornadas de danza son una plataforma de promoción ideal para llegar, no solo a un público interesado, sino también a organizadores de eventos y a periodistas especializados.

Espacios de danza contemporánea

Gessnerallee en Zúrich

El Gessnerallee de Zúrich está abierto a todas las formas de artes escénicas. El programa incluye proyectos experimentales, formas innovadoras y variaciones sencillas. No es extraño pues que se haya convertido en un importante punto de encuentro para un público variado y con intereses culturales.
Gessnerallee

Rote Fabrik en Zúrich

Esta fábrica de teatro también presenta compañías y producciones de danza, desde regionales hasta internacionales. En otoño organiza el festival internacional Yeah Yeah Yeah (www.yeahyeahyeah.ch). Como centro cultural, la Rote Fabrik acepta constantemente nuevas corrientes y ofrece una plataforma para creaciones culturales de diferentes sectores.
Rote Fabrik

Kaserne en Basilea

El cuartel de Basilea es el centro más grande para la creación contemporánea de teatro, danza y performances, así como de innovadora música popular en el noroeste de Suiza. El programa incluye producciones teatrales y de danza, así como conciertos en directo.
Kaserne Basel

Dampfzentrale en Berna

La Dampfzentrale es un punto de encuentro cultural situado en una antigua zona industrial. Los interesados comparten aquí su pasión por nuevas formas de danza, teatro y música. En un ambiente arquitectónico y natural único a orillas del río Aar, aquí se celebran también diferentes festivales.
Dampfzentrale

Südpol en Lucerna

Südpol es una plataforma para una serie de artistas (jóvenes) creativos. Producciones propias, coproducciones y actuaciones de artistas invitados de música, danza y teatro forman parte del programa artístico. Además, cada año se invita a grupos o solistas elegidos como artistas residentes con el fin de investigar y producir arte in situ.
Sudpol

Tanzhaus en Zúrich

El Tanzhaus de Zúrich se fundó en 1996 como Tanzhaus Wasserwerk. Se trata de un centro de desarrollo y producción para formas de danza contemporáneas. También ofrece espacio para cursos profesionales, talleres, formación reglada y continuada o como centro de eventos para creadores de danza.
Tanzhaus

Théâtre Sévelin 36 en Lausana

El coreógrafo Philippe Saire fundó en 1995 el Theater Sévelin con la intención de promover la danza contemporánea local y regional. En primera línea, el programa presenta compañías locales y a jóvenes coreógrafos. Además, el Teatro celebra dos festivales internacionales de danza: Lausanne Danse desde 1997 y Les Printemps de Sévelin desde 2012. En 2013 fue condecorado con el Premio Especial para la Danza.
Théatre Sévelin 36

Festivales de danza

Festival de danza Migros Kulturprozent STEPS

El festival de danza contemporánea más importante de Suiza se llama STEPS y lo organiza la Federación Migros. Se celebra de forma bienal en primavera por todo el país. Durante tres semanas, más de diez compañías internacionales de danza recorren todo tipo de escenarios del país: teatros nacionales, casas de cultura alternativas o pabellones polivalentes de los distintos departamentos. Además de alrededor de 90 actuaciones, el festival organiza talleres para estudiantes y profesionales de la danza, así como un simposio para el sector.
Steps

Tanz in Olten

Cada año se celebra en otoño el festival de danza Tanz in Olten: en 2013 tuvo lugar la decimoctava edición. El festival lo organiza la asociación del mismo nombre fundada en 1996 con el objetivo de promover la danza contemporánea profesional en Suiza.
Tanz in Olten

Theater Spektaktel en Zúrich

El Theater Spektakel se celebra cada año en el parque Landiwiese de Zúrich entre finales de agosto y principios de septiembre. En la actualidad es uno de los festivales europeos más importantes de las artes escénicas contemporáneas. En los últimos 30 años se ha convertido en uno de los escenarios preferidos de todo tipo de grupos de danza y teatro, tanto aspirantes como consagrados, de todo el mundo.
Theater Spektakel en Zúrich

Musicales y espectáculos de danza

Las conmovedoras historias que combinan canto, danza y actuación baten récords de taquilla también entre el público suizo. Los escenarios más conocidos son el Musical Theater de Basilea, el Theater St. Gallen y el Theater 11 o el Maag Event Hall (ambos en Zúrich). En verano ofrecen la esperada variante al aire libre con vistas a los lagos (tanto el de Thun como el de Walen, ver www.thunerseespiele.ch
o www.walenseebuehne.ch) y las majestuosas montañas. Si desea consultar un resumen de los musicales que se celebran en Suiza visite la página web www.musical.ch. Encontrará información sobre musicales, espectáculos y eventos de todo el país en el sitio web
www.actnews.ch. Para consultar información en particular sobre musicales para niños visite la página web www.balzer-produktionen.ch

Salir a bailar

Hora de cierre de los locales: las 12 de la noche. Eso era antes. Desde la liberalización del negocio gastronómico en los años 80 se ha desarrollado en las grandes ciudades suizas una animada vida nocturna. También gracias a los autobuses nocturnos y a la buena conexión en transporte público, que permiten volver a los amantes de la noche a su casa durante el fin de semana después de salir de fiesta.
¿Salsa o hip hop? ¿Bares o pubs? ¿Música en vivo o DJ? Los que tengan ganas de salir en www.usgang.ch encontrarán qué y dónde, tanto los fines de semana como los días laborables. Incluye la fiebre por el baile de la ciudad de Zúrich: por ejemplo, en Caliente, el festival de música latina que se celebra en julio, o el desfile Street-Parade, que se celebra en agosto e inunda la ciudad de música tecno.