Gruyères
Introducción
La pequeña ciudad de Gruyères parece haberse quedado en la Edad Media.
Una visita obligada es el castillo fortificado de Gruyères, que data del siglo XIII; en él se puede asistir a una interesante presentación multimedia que nos transporta al pasado, además de ver magníficas exposiciones. Una experiencia fantástica es recorrer todo el castillo: la sala de caballeros, las torres, las almenas, la muralla fortificada y el jardín. Después de apreciar en toda su belleza las vistas panorámicas de la región prealpina desde la terraza del castillo, se recorren plácidamente las callejuelas de esta pequeña ciudad peatonal que nos descubre cientos de motivos para hacer fotos.
Otra forma de cultura totalmente diferente es la del museo y bar del ganador del Oscar y creador de „Allien“ H. R. Giger, o también el Museo del Tibet. En los restaurantes tradicionales se sirven famosas especialidades de los Prealpes friburgueses, como la fondue, o los platos típicos de la Bénichon. En la Academia de la Fondue, maestros queseros revelan los secretos de la perfecta preparación de la fondue: un plato típico delicioso y nutritivo para disfrutar entre amigos. Los amantes del chocolate pueden apuntarse a un taller en la Chocolaterie de Gruyères, o a conocer durante un desayuno la historia de este producto famoso en el mundo entero.
Todo el universo del chocolate se revela al visitante en la fábrica de chocolates Maison Cailler. La leyenda dice que Gruyères fue fundada 400 años después de Cristo por Genserico, rey de los vándalos. En el cielo rojo sangre del atardecer, vio volar una grulla (en francés „grue“) y decidió construir allí su ciudad. Por esta razón, el escudo de Gruyères muestra una grulla sobre fondo rojo. Todavía hoy, el símbolo del animal heráldico de los antiguos condes de Gruyères está muy presente en toda la región.
