Grimentz
El paseo por esta localidad constituye el punto álgido de la visita al Val d'Annivier, con su estrecha calle principal sin coches, jalonada de casas de madera casi quemadas por el sol, adornadas con cientos de geranios de un rojo apasionado. En el centro del pueblo, las bodegas custodian el vino de glaciar, en el Tonneau de l’Evêque.